Articulo tomado de: http://saludable.infobae.com/la-escoliosis-provoca-una-curvatura-lateral-en-la-columna/
Saludos
Karina Maria Alvarado Rios
En un 80% de los casos se desconoce su causa, de ahí que su nombre científico sea el de escoliosis idiopática, o sea, de origen desconocido. Cómo la quiropraxia es de gran ayuda en el tratamiento
El restante 20% de escoliosis diagnosticadas tiene su origen en anomalías congénitas y en otros problemas estructurales. Cada día son más los padres con hijos a los que se les diagnosticó este problema, que acuden a la consulta del quiropráctico en busca de soluciones.
La medicina ortopédica clásica sostiene que para corregir la curvatura de la columna, derivada de la escoliosis, son necesarios corsés y ejercicios. Los resultados de este tratamiento demostraron ser poco efectivos, si se entiende que fijando la columna no sólo no se detiene el progreso de la curva sino que al retirar el elemento inmovilizador le debemos sumar la falta de tonicidad muscular producto de la inmovilización. Además, como último recurso la ortopedia tradicional apuesta por la cirugía, una operación que consiste en fijar la columna con barras de acero, para dejarla recta pero inmóvil. En realidad esto es cambiar una curva por otra, es decir a una desviación lateral propia de la escoliosis la sustituimos por una columna totalmente recta, con escasa movilidad.
Para algunos quiroprácticos, no es necesario corregir la curvatura, lo esencial es asegurar que esta curvatura no provoque interferencias nerviosas (subluxaciones vertebrales). La escoliosis hace que la columna vertebral sea más propensa a subluxarse, por lo cual el cuidado quiropráctico es sumamente importante para mantener la columna vertebral flexible y el sistema nervioso libre de interferencias, a pesar de que la columna vertebral esté curvada.
Los quiroprácticos partidarios de la no rectificación de la curvatura de la columna, derivada de la escoliosis, se basan en las estructuras de la naturaleza, argumentando que en ella no existen formas rectas. Así, si se observa con atención el tronco de los árboles vemos que está torcido para poder aguantar mejor el peso y el estrés de su entorno. “Lo rígido se rompe. Lo flexible se adapta”. Esta evidencia es válida también para nuestra columna vertebral.
¿Qué es la escoliosis?
La escoliosis es una curvatura lateral, anormal y progresiva de la columna vertebral, tanto de la parte torácica (central) como de la lumbar (parte inferior). Entre un 2% y un 4% de la población sufre de escoliosis, con una curva de más de 10 grados. Una curva inferior a 10º no se considera escoliosis.
Puede darse a cualquier edad, aunque en general se desarrolla en mayor grado durante la adolescencia, y es más común en las mujeres.
En la mayoría de los casos la causa es desconocida, de ahí que su nombre científico sea el de “escoliosis idiopática” (idiopático significa desconocido). En estos casos el componente hereditario es muy poco importante. En otro caso, la causa puede ser secundaria a otras patologías, como enfermedades congénitas (malformación de una vértebra, por ejemplo).
El tipo de escoliosis se clasifica, según el grado de desviación y la edad en la que aparece, en infantil o adolescente. Esta última es la más común. Estadísticamente, las personas que la padecen no registran una incidencia de dolor de espalda mayor que el resto de la población hasta llegar a la edad adulta. Normalmente, la escoliosis tiende a progresar mientras los huesos aún están desarrollándose, especialmente durante los estirones del crecimiento. Al llegar a la madurez ósea, aproximadamente a los 18 años, deja de aumentar el grado de desviación o, si lo hace, es ya a un ritmo muy leve.
Los tratamientos tradicionales incluyen aparatos de soporte, colocación de varas o barras en la columna por medio de la cirugía o el uso de corsés ortopédicos correctivos, diseñados para frenar el desarrollo de esas curvaturas más que para corregirlas. De hecho, no existe ningún estudio científico que demuestre que los corsés reduzcan los grados de desviación.
Cada día son más los padres con hijos a los que se les ha diagnosticado este problema, que acuden a la consulta quiropráctica en busca de soluciones menos invasivas y más naturales. La escoliosis es más común en las adolescentes.
¿Cómo detectar escoliosis?
Las siete características de la escoliosis:
- Hombros desnivelados.
- Caderas desniveladas: una aparece más alta y prominente.
- Un omoplato más alto y más prominente.
- Giba torácica: “joroba”, causada porque la caja torácica posterior sobresale más en un lado que en el otro.
- Una desviación notable de la columna (lumbar o torácica).
- A veces también una curva lumbar exagerada (lordosis).
- Triángulos asimétricos entre tronco/pelvis y brazos colgantes.
Prueba de inclinación o prueba de Adam
Existe una prueba muy fácil, que puede realizar incluso una persona que no sea profesional. Prueba de Inclinación (Adam): el paciente se coloca de frente y realiza una flexión del tronco hacia delante, manteniendo las piernas estiradas.
Normal: una columna recta se flexiona armónicamente; la cara dorsal del tronco forma una línea horizontal.
Escoliosis: una columna flexionada con las vértebras en rotación, es decir, con escoliosis, produce una línea diagonal al flexionarse el tronco.
La medicina tradicional trata el efecto
Hasta ahora, la medicina ortopédica clásica sostiene que para corregir la curvatura de la columna derivada de la escoliosis, son necesarios corsés y ejercicios. Los resultados de este tratamiento han demostrado ser poco efectivos.
La fisioterapia, la rehabilitación intensiva o los programas de entrenamiento asociados, también parecen pocos eficaces. Y, como último recurso, la ortopedia tradicional apuesta por la cirugía, con una operación que consiste en fijar la columna con barras de acero, para dejarla recta, aunque inmóvil. ¡Hay que considerar la agresividad de estos métodos, que fuerzan el cuerpo con la introducción de elementos en su interior! Además de dejar la columna fija, estas soluciones afectan mucho mentalmente a los niños o adolescentes, empeorando su calidad de vida. ¿Quién quiere, o puede, pasar 23 horas al día encajado en un corsé, o con una barra de acero en la espalda que le impida moverse, hacer deporte o participar en actividades sociales?
Una vez más vemos cómo la medicina tradicional se centra en el síntoma del problema, y no en su causa. Actúa de manera opuesta a como lo hace la Naturaleza y no ofrece una solución real.
La quiropraxia elimina la causa
Por el contrario, numerosas investigaciones han demostrado que la quiropraxia tiene excelentes resultados en el control, reducción y corrección de la escoliosis en personas de todas las edades, desde bebés hasta adultos.
Los neonatos presentan una estructura vertebral en forma de “C”, ya que la curva secundaria de las cervicales y lumbares se va desarrollando a medida que progresan en la elevación de la cabeza y en el gateo. Por eso es tan importante cuidar su evolución en esta etapa y fijarnos en la estimulación correcta del desarrollo. No es conveniente saltarse etapas de progreso colocando al bebé en posición erguida prematuramente, lo cual fuerza una postura vertical para la que su cuerpo no está preparado.
Los niños que caminan a temprana edad deben vigilarse especialmente, ya que la presión ejercida sobre los discos en un cuerpo inmaduro en posición vertical puede causar subluxaciones o pérdida del alineamiento, pudiendo inducir a una escoliosis. El desarrollo de la columna tiene su momento decisivo en la etapa de niñez y adolescencia. Se trata de un periodo de grandes cambios, tanto físicos como hormonales, en el que la tendencia a las subluxaciones es constante.
En la edad adulta, la escoliosis viene generada por un problema evolutivo iniciado en la infancia, o por el desarrollo de una curvatura anormal debido a una higiene postural inadecuada. Sintomáticamente, la parte lumbar suele ser la más afectada, ya que como soporte estructural sufre las presiones, y la degeneración de los discos intervertebrales es más acentuada. Sin embargo, lo que realmente produce síntomas no es la curvatura en sí, sino sus consecuencias; por ello el cuidado quiropráctico es sumamente importante para mantener la columna vertebral flexible y el sistema nervioso libre de interferencias, independientemente de la curvatura.
El papel del quiropráctico es el de detectar las subluxaciones o interferencias nerviosas debidas a un mal alineamiento de las vértebras y corregirlas, permitiendo así al cuerpo estabilizarse por sí mismo y al flujo de información del cerebro llegar a todas las partes del cuerpo. Muchas personas con escoliosis también sufren problemas digestivos, pulmonares u hormonales (menstruales). El quiropráctico, moviendo las vértebras y eliminando las subluxaciones, ayuda a corregir estos problemas.
Los quiroprácticos se basan en las estructuras de la naturaleza, argumentando que en ella no existen formas rectas. Así, si observamos con atención el tronco de los árboles, vemos que está torcido para poder soportar mejor el peso y las tensiones de su entorno. Lo rígido se rompe; lo flexible se adapta. Esta afirmación es válida también para nuestra columna vertebral.
Charla gratuita sobre quiropraxia
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